Poco a poco, así como se disuelve algún polvo en el agua...lentamente y después ya todo diluido...así el vaquero y yo...no hay alternativas. Me voy, y también perdí a Julito, que no llegará el once, mi pequeño chihuahueño prometido.
Hoy salí de la casa recordando las mañanas frescas de Canadá. Se me llenaron los pulmones de nostalgia. Extraño esos días. Busco a Jean Marie y no lo encuentro. Quisiera sumergir mi mirada en las aguas del río Ottawa, o quedarme como estatua frente al mar de Halifax...
También hoy me reflejé en los ojos de un paisano, de un chicano, de un gringo, puros espejos...