martes, 29 de julio de 2008
¿Y yo qué?
Muerto el perro, se acaba la rabia. Quizás esta frase se acomode a la eterna situación de todos nosotros, los mexicanos en los Estados Unidos. ¿O cómo decirlo? Si me pongo a mencionar toooodas las cosas que afligen nuestra histórica relación con ese país, pues qué aburrido o más bien no tengo tiempo, sería ensañarse mucho con la computadora. Muchas de esas cosas ya las vivimos, ya las respiramos, ya las consumimos. Ayer compré la revista Entrepeneur, una de mis favoritas, resulta que el IHOP va a abrir otra sucursal en ésta querida sultana del norte. Sí, tengo una amiga que se pone muy contenta con esa noticia, y yo también, ajá, si me vuelven loca los panqueques con sirope, ¡sí!. Y van a abrir más Starbucks, y más McCafés… siguen dando trabajo en los escritorios de telemarketing, etcétera…y allá despidiendo miles de personas, ya desempleadas (que pueden esperar nuestros paisanos), cerrando las tiendas, cafés, recortando presupuestos…ahh, y amenazando a nuestros mercados de chile jalapeño, aguacate, tomate por su sanidad. Es toda una cadenita...una bola de nieve...un aro con fuego, de esos aros del circo por donde pasan los leones…
lunes, 14 de julio de 2008
martes, 8 de julio de 2008
FRACCIONES DE VUELO
I
Dijo el personaje: “…cómo me gustaría hacer una maleta, llegar al aeropuerto, tomar el avión que esté por salir a donde sea, y llegar y quedarme en donde sea los días que tengan que pasar hasta que vuelva a querer tomar otro avión a donde sea que no sea aquí…”
Pasaron unos minutos en los que se describe, qué hizo el personaje, si se rascó la nariz, si se levantó de su silla a prepararse un café, si respondió una llamada por el celular, si se cambió de calzones, etc…y luego una pausa reflexiva: “no, mejor de una vez decir la Patagonia, o Sudáfrica…de una vez irme a cualquier pueblo perdido en Europa, o Asia…” Tocaron a su puerta, fue a abrir, apareció la figura exacta para continuar la historia…
Continuará….
Dijo el personaje: “…cómo me gustaría hacer una maleta, llegar al aeropuerto, tomar el avión que esté por salir a donde sea, y llegar y quedarme en donde sea los días que tengan que pasar hasta que vuelva a querer tomar otro avión a donde sea que no sea aquí…”
Pasaron unos minutos en los que se describe, qué hizo el personaje, si se rascó la nariz, si se levantó de su silla a prepararse un café, si respondió una llamada por el celular, si se cambió de calzones, etc…y luego una pausa reflexiva: “no, mejor de una vez decir la Patagonia, o Sudáfrica…de una vez irme a cualquier pueblo perdido en Europa, o Asia…” Tocaron a su puerta, fue a abrir, apareció la figura exacta para continuar la historia…
Continuará….
jueves, 3 de julio de 2008
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