Estoy esperando la señal que me indique el estado ideal de plenitud. Mientras tanto los ojos dulces me miran a distancia. Me persigue el timbre norteñísimo de su voz. Suena alto el pensamiento mutuo de mirarnos. Y al mismo tiempo cuento las mendigas calorías de la gelatina y los yogures, me obsesiono con la idea de tener un futón negro y una alfombra redonda y blanca, me arreglo lo que puedo de las uñas, sueño con Santa Fe, pienso en mis dientes, corro al trabajo, leo chismes de la farándula, me mortifico con los paisas que dizque se van (el Ever), me entrego al plan de no sufrir...
Querida Anna,
He querido añadirte en mis links, pero ya me ha fallado dos veces por la mala conexión de estas compus públicas. Sin embargo, prometo dedicarme exclusivamente a eso la próxima vez que venga. Tu amistad me inunda mi alma de extranjera, tu sonrisa sigue irradiando esta vida loca...cierro mis ojos y te abrazo.
Querido Gerardo,
Me da gusto saber de ti, aunque me saca de onda eso de Licenciada, ja...humor negro a estas alturas de mi vida...ntc...Saludos a Lulú, a Inti y Andrés...a José Luis y a toda la raza...