Sin remordimientos
dejo tu voz y tu cuerpo
tu imagen y contenido
tu luz y tus sombras
tus promesas y mentiras
qué especial eres que te dejo
que no me detiene nada
ni la pereza de mudarme
ni la fatiga de volver a empezar.
Te abandono en tu duelo
y tu soledad.
Ya se que no me buscarás,
tienes más marionetas para jugar
Yo abandono el juego,
soy cobarde para el amor que destruye.
Me hacen daño tantas palabras
que no se pronuncian y se oyen
hasta con los oídos tapados.
Entonces adiós,
te abandono con todo el amor de mi corazón
y todo el dolor de mi bolsillo.
Mucha suerte para ti (la necesitarás
por imprudente y por muchos otros defectos
que tienes que te costarán la cabeza).
Te abandono feliz país lombríz