a) Abrir los ojos ante el silencio de mi habitación, levantarme hacia mi baño, un baño iluminado con plantas y vitrales, luego salir de la habitación así en piyama o bata o sin nada y recibir con brazos abierto el gran magnifico silencio de mi casa, son sus humores míos, si acaso del perfume que uso, si acaso de las plantas que la habitan, de las maderas que la abarcan…observar todo a mi paso dando los buenos días con la mirada complacida (o medio días ya que es domingo) y llegar a la placidez de la cocina, amplia, iluminada, fresca. Darle “on” al estéreo, ubicado ahí mismo en la cocina, poner algo de jazz, y prepararme un brunch deliciosísimo que incluyera café, ahh, sí, unos panes con queso cottage, blueberries y miel…o un omelette con nopalitos, que se yo…algo rico que me guste mucho…sentarme a comer….y planear el resto del día…
b) Abrir los ojos ante el silencio de mi habitación, de mi casa entera, girar y ver el cuerpo de mi pareja aún durmiendo, abrazarle y lento y tibio y cariñosamente desayunarle siendo correspondida a cada bocado, y levantarnos y así como estamos dirigirnos a la cocina por entre nuestra casa llena de la presencia de nosotros dos y llegar, encender el estero que está ahí mismo en la cocina y poner un delicado bossanova, sugerirle a mi pareja un buen desayuno, mientras yo lo preparo, verle a él leer el periódico en la mesa de cuatro sillas que esta ahí mismo en mi cocina donde hay plantas y luz y viento fresco y música…
c) Abrir los ojos ante el silencio de mi habitación, de toda mi casa, ver los rayitos de luz que entran por los huequitos de las cortinas, ver a mi pareja todavía dormir a mi lado, besarle en la espalda, levantarme a mi baño que tiene helechos y vitrales, luego regresar a abrazar a mi amado, decirle que le amo y preguntarle si quiere un café. Maravillosamente así como estoy vestida, osea, en piyama bata blusa o como sea, salir de la habitación y todo ese silencio de mi casa: degustarlo. Llegar a mi cocina que tiene grandes ventanas y plantas que cuelgan, y ver sobre el desayunador el bouquet de flores aromatizando todo, y encender el estéreo para poner algo de música clásica, preparar la cafetera, ver que hay para desayunar. Así mientras preparo algo, pienso en el trabajo de jardinería que puedo hacer en mi terraza, termino de cocinar, acomodo todo en una charola, y la llevo a la habitación. Pongo todo en una mesa que tenemos en la recámara, voy y beso a mi amado, para despertarle, aunque el ya casi estaba despierto con el olor del café y el desayuno. Abro todas las cortinas, y la puerta de la terraza. Preparo la mesa, y espero a que me acompañe mi pareja para juntos observar las plantas a otro lado de la ventana…