martes, 10 de enero de 2006

Historia de Lucila Garza

Parte I
de la serie Los Paisas

Dejé Chihuahua hace muchos años. No quisiera recordar qué tantos. Tengo hijos casados, tengo nietos. Tenía un marido que me cambió por otra más joven que yo. ¿Cambió mi vida? No. Siempre me he sentido sola. Mi trabajo humilde limpiando cuartos de hotel, casas ajenas, me ha encerrado en una jaula de la que no había querido salir. Hasta hace tres meses...

José y yo empezamos a tener hijos cuando eramos muy jóvenes. Tres crías, varones todos. No se si bien educados. Cuando José trajo a la otra a mi casa y me pidió que me fuera para que ella se quedara, yo me fui humillada cargando mis pertenencias, la más pesada: mi propio abandono. A mis hijos no les importó que me echaran. Yo tuve la culpa, según ellos. Perdí más peso. Trabajé más. Quise regresarme a México...pero después de tantos años aquí, pensé que una vieja como yo no conseguiría un buen trabajo allá. Sueño todo el tiempo. Sueño como una niña de quince años. Que mi vida no fue así, que fue como la quise siempre llena de dulce, de sabores de familia, de felicidad de esa que se gana uno con los rezos bien intencionados. No valgo nada. Así me siento...