De tarde en cuando
Un gato vuela
Un demonio sueña
Un cuervo posa
Me desnudo ante los espejos que no existen
Arrojo al titubeo
cual prenda a las patas de una silla
Los sonidos de la alcoba
pastorean sutilmente
hacia un campo de amapolas
Hay un espacio imperceptible entre jadeos
que cuando lo abarco
el rigor del mar acolmilla mi vientre
Precipito el anclaje
Espanto al cuervo
Sacudo al demonio
y lanzo una jara al felino
(este poema recientemente se incluyó en la Antología mínima del orgasmo publicada por Ediciones Intempestivas, Monterrey 2009)