En breve:
Ya tengo un nuevo apartamento. Me instalé de manera imprevista antier al mediodía. No es la gran cosa, pero me recuerda al apartamento de cuando viví en Rideau, en Elm...En Tower Rd...en varios lugares de Canadá. El olor, los sonidos de afuera, de adentro...todo me transporta a mi pasado canadiense. Me levanta el espíritu de independencia y ánimos. No tengo nada. Ya había una mesa que no sirve de mesa por el momento, porque esta llena de mis cosas. Conseguí un colchón individual, que me recuerda a mis primeros meses en Canadá. Conseguí dos sillas y ya. Así en el suelo y con la luz de las ventanas sin cortinas me adapto a una nueva yo, o más bien, al reecuentro con la yo de antes. Me encanta acomodar cosas, desempacar, instalarme. Llegar y estar conmigo misma nada más. A pesar de que sigo sufriendo la separación, de que extraño la compañía de pareja. Me pesa, pero estoy bien. Soy orgullosa y ambiciosa. Y este cambio, me aferro a que sea para bien.