para mi amiga Minerva Reynosa
Wild Nights! Wild Nights!
Were I with thee,
Wild Nights should be
Our luxury!
Emily Dickinson
La noche no existía. Lo creímos una vez, ¿recuerdas? Fue así, que todo estaba obscuro, pero eran solamente los demonios masticados por nuestras ganas. Un momento de carnavalesco apego a la irrealidad justiciera. El deber de las miradas obsequiosas y jugosamente entregadas a la misión de cautivar. Sí estaba el cielo negro, pero era la negrura de un velo. Transparencias que dejaban ver el interior hasta de las estrellas que tampoco existían. Que pena. La humedad no vino del sereno, ni nada de eso existió. Luego se escamparon hasta las voces en nuestra memoria. Voces clavadas enteramente en la desdicha de lo pasado. Pero yo te vi la luna en la boca...