parte IV
serie Los Paisas
Una noche me entró tremendo incendió en la piel cuando me acordaba de Ermilo. Ya tenía dos noches sin llamarme, desde que le reclamé eso de no quererse comprometer conmigo. No sabía qué hacer. Me dieron ganas de agarrar mi destartalada carchachita y salir a buscarlo. Pero estoy en Trementina, muy lejos y de noche...trementino calor me estaba dando y yo tan lejos. Pensé en mí como mujer de nueva historia. Pensé en mis hijos, ellos que a partir de que me enamoré de Ermilo perdieron a su madre. No porque no les frecuentará llamadas o visitas, si no porque la Lucila que los parió quién sabe dónde está. Yo ni la he buscado porque soy feliz sufriendo un amor de a de veraz.
-- "ay, señorita...yo no se si Ermilo me quiere o nomás me está usando como trapo viejo...yo ya le dije que quiero vivir con él aunque sea, y no me quiere contestar. Ya le dije que yo voy a seguir trabajando, que no tiene que mantenerme, y no me dice nada...pero a que no sabe qué? por lo menos ya me regalo una troquita mejor que mi carcacha...a lo mejor ya no me va a quedar tan lejos Trementina..."