en una mariposa
una flor
en alguna canción de tus tiempos
en dulces y lugares
en el cielo que desemboca
hacia un pensamiento de infinita calma
fuiste un ser de profunda caridad
me alegraba tu risa
me causaba dicha tu mirada
te llevaron en una carroza blanca,
te enterraron con flores
y la única música que se escuchó
fue la de tu belleza interior,
las lágrimas bajaban acorde a tu melodía
A todos nos toca, es verdad, irnos algún día
dejar la materia y elevarnos,
si es verdad que debe haber resignación...
porque las almas buenas
azules
iluminan en sonoro silencio nuestros días...
En memoria de mi tío José Ma. Rodríguez
Que falleció antier.
Un pedacito mío que se desprende
y un monumento en mi que se construye.