jueves, 16 de febrero de 2006

La cara de la noche

Es una mañana soleada y repleta del pillerío de los jilgueritos. Azucena observa atenta por la ventana el espectáculo del día lindo...Aunque su pensamiento lo abarca la noche, en la caricia interminable de la luna, en el viento fresco que se inhala por los ojos y la lengua, piensa en el no sueño profundo y alberga la idea de mantenerse despierta para recibirlo todo de las estrellas...De pronto cierra las cortinas de la ventana...el día ostiga, ella ya se cansó de ese claustro y que se atrevan a verla sólo en fotografías después de aquel accidente que la desfiguró...